
2,1 hijos
En este podcast exploramos uno de los cambios más profundos y silenciosos que están transformando nuestras sociedades: el declive demográfico.
¿Por qué la población está disminuyendo y envejeciendo en tantos países? ¿Cuáles son las causas y las consecuencias de este fenómeno? Y, sobre todo, ¿cómo impactará en nuestro futuro?
Un podcast de Jorge Calero.
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Historia de dos mujeres: el desplome de la tasa de fecundidad
En el episodio 2 intentaré responder a la pregunta de ¿Por qué se desploman las tasas de fecundidad? Hablaré, sobre todo, de cómo influye la educación de las mujeres, su entrada en el mercado de trabajo y el uso de anticonceptivos. Y, al final del episodio, en la sección Miradas sobre el declive, recomendaré un documental llamado One child nation, sobre la política del hijo único en China.
Historia de dos mujeres: el desplome de la tasa de fecundidad.
Bienvenidos a 2,1 hijos. En este podcast exploro uno de los cambios más profundos y silenciosos que nos están afectando: el declive demográfico.
¿Por qué la población está disminuyendo y envejeciendo en tantos países? ¿Cuáles son las causas y las consecuencias de este fenómeno? Y, sobre todo, ¿cómo impactará en nuestro futuro?
Vamos con el episodio 2, que se llama Historia de dos mujeres: el desplome de la tasa de fecundidad. Intentaré responder a la pregunta de ¿Por qué se han desplomado las tasas de fecundidad? Y, al final del episodio, en la sección Miradas sobre el declive, recomendaré un documental sobre la política del hijo único en China.
Son varios los factores que han provocado la disminución de la natalidad. Hay que partir del hecho de que la especie humana tiene una capacidad de reproducción más reducida que la de otros mamíferos. Pero, además de esto, se ha dado en las últimas décadas una combinación de factores socioeconómicos, culturales y biológicos que han actuado en su contra. Os propongo una lista de seis de estos factores y vamos a ver en este episodio, con un poco más de detalle, qué ha pasado con algunos de ellos.
Serían estos:
1. Educación de las mujeres.
2. Trabajo fuera de casa de las mujeres
3. Utilización de anticonceptivos.
4. Urbanización
5. Cambios culturales y, en concreto, de cómo se percibe la juventud en el ciclo vital
6. Biológicos.
Hay que decir no es necesario que confluyan todos a la vez. Con algunos de ellos es suficiente. Como comentaré más adelante, por ejemplo, hay varios casos de países en los que se ha dado una caída muy rápida de la natalidad sin que las mujeres se hayan incorporado al mercado de trabajo.
1) Vamos con el primero de ellos. La educación de las mujeres. Un mayor nivel educativo de las mujeres afecta a la natalidad a través de diferentes vías. Quizás la primera, la más evidente, es que una mayor educación de a las mujeres proporciona mayores oportunidades de trabajar; por tanto, quedarse en casa cuidando de los niños resulta más caro, porque estás renunciando a un buen salario. Cuanto mayor sea el salario potencial, mayor es el coste de oportunidad de dejar de trabajar para cuidar a los hijos.
- Las mujeres con más educación tienen más información sobre los anticonceptivos.
Existe, por tanto, una relación causal. Pero también se puede dar una causalidad inversa.
Según datos del Centro Wittgenstein para la Demografía y el Capital Humano Global, de Viena, el promedio de años de escolaridad de las mujeres en los países desarrollados fue aproximadamente:
• 1950: estudiaban hasta los 13 años
• 1970: estudiaban hasta los 14,5 años
• 1990: estudiaban hasta los 16 años
• 2020: estudiaban hasta los 18 años
2 factor) Incorporación de la mujer al mercado de trabajo:
Es un proceso que en los países más avanzados se produce especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. En 1950 en Estados Unidos, Francia y Reino Unido la tasa de actividad femenina estaba en torno al 35%. 25 años más tarde, en 1975, estas tasas se habían disparado y más de la mitad de las mujeres en estos países trabajan fuera de casa.
Pero es que a partir de finales de los setenta se acelera todavía más la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, debido a que los salarios medios caen. La globalización y una nueva ola de automatización reducen los salarios. Lo que había sido un “salario masculino”, que permitía sustentar a toda una familia, el salario del "breadwinner", es menos frecuente. En muchas economías desarrolladas, la estabilidad financiera de un hogar ya no puede depender de un solo salario del hombre.
Que un gran número de mujeres trabaje fuera del hogar, sin embargo, no parece una condición necesaria para que baje la natalidad. Es más importante el aumento del nivel educativo. Porque, fijémonos en el caso español: la incorporación masiva de la mujer al mercado de trabajo no se produce hasta la década de 1980, casi diez años después de que haya empezado a bajar la natalidad.
Hay un caso muy extremo, que es el de Irán. Irán sufre la que creo que es la caída más rápida de la tasa de fecundidad de la historia, entre 1986 y 1998. En sólo 12 años la tasa de fecundidad cae de 6 hijos por mujer a 2,1, justo la tasa de reemplazo. En esos años la tasa de actividad de las mujeres es prácticamente invariable, muy baja, en torno al 10%. Las mujeres iraníes siguen en su casa, pero cuidando a dos hijos en vez de a seis.
3 factor) Utilización de anticonceptivos.
La expansión de métodos anticonceptivos hormonales y de preservativos ha llevado a que la maternidad sea algo planificable, consciente, sometido a las decisiones de las parejas y, específicamente, de las mujeres. La utilización de métodos anticonceptivos se incrementó radicalmente, en los países avanzados, en las décadas de 1960 y 1970.
Veamos qué sucedió en el caso español. Durante el franquismo, la contracepción estaba prohibida y penalizada legalmente. Incluso el acceso a los preservativos presentaba alguna complicación.
El coitus interruptus, principal sistema anticonceptivo de la época, tiene entre un 15 y un 28% de probabilidades de fallo.
El método Ogino, un sistema de planificación basado en el cálculo del ciclo menstrual, se popularizó en la década de 1950. La Iglesia lo promovió como un método “natural” de control de la natalidad, pero tiene una probabilidad de fallo, con el uso típico (no perfecto) del 20%. Con la llegada de la píldora anticonceptiva a finales de los años 60 y la liberalización progresiva de la sociedad, el método Ogino se utilizó cada vez menos.
La píldora anticonceptiva estuvo inicialmente prohibida, en teoría. Sin embargo, en la práctica, la píldora se vendía, entre los grupos de población con más recursos, con la justificación médica de regular trastornos menstruales. Dicen que incluso en algunos casos extremos se distribuía camuflada en cajas de Aspirina. En 1978, se legalizó plenamente su comercialización y su uso con fines anticonceptivos.
Con estos tres factores, educación, trabajo y métodos anticonceptivos, voy a presentaros dos vidas, la de una madre y una hija. Son dos españolas separadas por una generación y lo que cuento aquí es la “historia media”, la media de las situaciones por las que pasaron esas generaciones. La madre nace en 1930-35. Es de una generación con unas circunstancias que llevan a una alta tasa de fecundidad. La hija nace en pleno boom de la natalidad, en 1960-65. Es una boomer. Entre estas dos mujeres se produce el desplome de la natalidad en España.
La madre. Como digo, nacida en 1930-35, llega a la edad de tener hijos en torno a 1950-55. Sólo estudia hasta los 13 años. Ha tenido pocas oportunidades de estudiar; hay que tener en cuenta que en 1950 sólo el 35% de los estudiantes de Bachillerato son chicas, lo que significa que, de cada 3 estudiantes de Bachillerato, sólo una es mujer. El 22% de las mujeres son analfabetas.
Esta mujer de la que hablamos, la madre, no trabaja fuera de casa. Sólo el 14% de las mujeres trabajan fuera de casa en 1950. Ella no ha trabajado nunca, pero algunas mujeres trabajan no hasta tener el primer hijo, sino hasta casarse. Se asume que el marido debe evitar que la mujer trabaje aportando suficientes recursos a la familia. Ella se casa a los 23 años y tiene su primer hijo a los 25. No utiliza métodos anticonceptivos o, si los utiliza, son poco seguros, como el método Ogino o el coitus interruptus. Su tasa de fecundidad, por todo ello, es alta, de 3,7 hijos. En el momento en el que tiene sus hijos la tasa de mortalidad infantil ya ha bajado mucho, aunque ahora nos parecería espantosa: antes de los cinco años muere un 3,6% de los niños nacidos vivos.
Una de sus hijas, la otra mujer de esta historia, nace entre 1960 y 1965. Es una boomer, nace ya en pleno baby boom. Esta mujer llega a la edad de estudiar Bachillerato, BUP entonces, en torno a 1975-1980, justo cuando se empieza aplicar el BUP. Es justo entonces el momento en el que ya hay más mujeres que hombres en Bachillerato.
Esta chica boomer empieza a trabajar en torno a 1985, cuando la tasa de actividad femenina ha empezado a crecer muy rápidamente. De momento, la tasa es sólo del 34%, pero en 1995, diez años después, casi la mitad de las mujeres en España ya trabajan (y más las mujeres jóvenes, claro). Nuestra boomer se casa con 26 ó 27 años. Tiene acceso a todo tipo de información y métodos anticonceptivos. Tiene su primer hijo con unos 28 años. Su primer y, muy frecuentemente, único hijo. Porque es justo en su generación en la que la natalidad se desploma. Cuando cumple los 30 años, la tasa de fecundidad en España ya está en un nivel mínimo, 1,2 hijos.
He tratado tres de los factores que había anunciado y me he dejado de momento otros tres factores. Los iré abordando en otros episodios específicos, pero en todo caso los recuerdo brevemente:
4) Urbanización. Cambian las formas de vida, se reducen los tamaños de las viviendas, se reduce el apoyo de la familia extensa a la hora de cuidar de los niños. A eso se suma, en algunos países, los problemas de acceso a la vivienda.
5) Cambios culturales. La juventud se alarga. Se generaliza la idea de que hay que “disfrutar de la juventud”. En generaciones anteriores, la transición a la vida adulta estaba marcada por el matrimonio y la paternidad a edades tempranas. Sin embargo, desde hace unos años, los jóvenes han priorizado otras experiencias, como viajar, estudiar y desarrollarse profesionalmente antes de formar una familia. Los adultos jóvenes postergan las responsabilidades tradicionales en favor de un estilo de vida más flexible y enfocado en el disfrute personal. Además, y esto es muy importante, se forman menos parejas. La gente se empareja menos.
6) Biológicos. El fenómeno más evidente en este sentido es la reducción progresiva de espermatozoides en el semen humano y de los niveles de testosterona. Esta caída puede estar causada por una exposición excesiva a estrógenos. Otros factores medioambientales pueden reducir también la fertilidad tanto de mujeres como de hombres. Por el momento la evidencia empírica, sin embargo, no es clara, en cuanto a qué es lo que puede reducir la fertilidad y cómo lo hace.
En este mismo sentido, de aspectos biológicos o médicos, nos encontramos con los posibles problemas genéticos que puede generar la extensión de técnicas como la fecundación in vitro. Las técnicas de reproducción asistida permiten que tengan hijos personas con menor capacidad reproductiva, que trasladarán a su vez genes asociados a una menor capacidad reproductiva. (Aitken, 2022). En España, un 5% de las mujeres se han sometido a reproducción asistida, dato de 2018.
Dedicaré más adelante un episodio a estas cuestiones.
Antes de despedirnos, la sección que nos acompaña en cada episodio: Miradas sobre el declive. En esta sección comparto un libro, artículo, película o documental que puede ser útil para entender mejor los temas que tratamos. Esta semana os recomiendo el documental One Child Nation, la Nación del único hijo. Es un documental dirigido por Nanfu Wang y Jialing Zhang que ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance 2019.
El documental explora los efectos de la política del hijo único en China. Es un documental muy duro. No es una comedia, en serio. Se entrevista a personas que participaron en esta política, entre 1979 y 2015. Funcionarios que forzaban a las mujeres a abortar, mujeres que practicaban los abortos forzados o las esterilizaciones masivas, personas que traficaron, que hicieron negocio trasladando niñas abandonadas a orfanatos para su adopción… Algunos de ellos arrepentidos, otros no. Aparecen también mujeres a las que les quitaron los hijos, y padres de niñas chinas adoptadas en Estados Unidos.
Las entrevistas y las imágenes son muy dolorosas. Uno de los testimonios más duros es el de un artista, que fotografiaba para un proyecto montones de basura en el extrarradio de las ciudades. Se dio cuenta de que en sus fotos aparecían a menudo bolsas de plástico amarillo, bolsas de residuos médicos que contenían fetos de bebés abortados. Yo he avisado, no es una comedia.
La política del hijo único se combinaba con el sexismo de la sociedad china: los abortos eran selectivos, es decir, de niñas. Y los bebés, cuando se abandonaban, eran niñas. Las niñas se abandonaban en cestas en algunas carreteras, y allí morían al sol o al frío o eran recogidas por traficantes que operaban con la complicidad de funcionarios gubernamentales.
Para mí, la escena más emotiva, la que acaba de hundirte, es una en la que una chica de 16 años cuenta cómo los funcionarios del gobierno robaron a su hermana gemela, que ahora está en Estados Unidos, y dice que le gustaría estar con ella, ir al colegio con ella. Dice que ojalá esté bien en Estados Unidos, que ojalá pueda desayunar leche con pan.
MÚSICA 2
El documental no solo expone la brutalidad de las políticas chinas de control de la natalidad, sino también la normalización del sufrimiento dentro de una sociedad totalitaria. Algunos funcionarios que ejecutaban las campañas de esterilización y abortos siguen justificando sus acciones como un “deber patriótico”, o como una guerra. Otros funcionarios y otras familias relatan lo sucedido diciendo que “no había nada que hacer”. Las familias que tenían un segundo hijo podían ver cómo su casa era derruida. Se ataba a las mujeres para llevarlas a los hospitales a abortar o a ser esterilizadas.
La propaganda a favor de la política era constante, aunque desde aquí, ahora, suene muy ridícula, con cancioncillas en obras de teatro y en televisión.
El documental es un testimonio muy bueno para comprender las raíces del declive demográfico de China. Ahora sabemos que la política del hijo único no sólo fue inhumana, sino también errónea. Fue un experimento social que ha llevado a China a una crisis fortísima de natalidad y envejecimiento.
Por cierto, propaganda similar a la que se utilizaba a favor del hijo único se utiliza ahora, con poco éxito, a favor del segundo y tercer hijo. Con muy poco éxito.
Cuando a Von Braun, el ingeniero jefe del proyecto Apolo, le preguntaron sobre su pasado como director del programa de cohetes V2 de la Alemania nazi, respondió que “Su departamento se encargaba de que los cohetes subieran; había otro departamento que decidía dónde bajaban”.
Parece ser que la política del hijo único la diseñó un ingeniero de cohetes chino, Song Jian. Pues bien, se podría decir lo mismo de este ingeniero chino: él se encargaba de que cayera la población, qué hacer una vez que estuviera hundida ya no era un problema suyo.
En los próximos episodios, seguiremos explorando en profundidad las causas del declive de la natalidad, las consecuencias económicas y sociales del envejecimiento y las distintas respuestas que se han planteado, desde incentivos a la natalidad hasta reformas en el sistema de pensiones. También veremos casos concretos de países que han intentado revertir esta tendencia y debatiremos el papel de la inmigración en la dinámica demográfica. Si te interesa comprender cómo estos cambios afectarán nuestras vidas y al mundo en el que vivimos, quédate.
Ah! Muchas gracias a los que me habéis enviado un mensaje. Ya sabéis, en las notas de descripción del podcast tenéis la dirección de correo por si queréis escribirme con cualquier comentario o sugerencia.
Nos escuchamos en el próximo episodio de 2,1 hijos. ¡Hasta entonces!